EL ULTIMO CAMINO
(The Road)
“El Último Camino” (The Road) es una adaptación de la aclamada novela -ganadora del Premio Pulitzer- de Cormac McCarthy que aborda la historia en un futuro quizá no lejano, en un sombrío mundo post-apocalíptico, de un padre (Viggo Mortensen) que trata de poner en un lugar seguro a su hijo (Kodi Smit-McPhee).
Han pasado más de diez años desde que el mundo fue destruido por algo que nadie puede explicar. Pudo haber sido un evento nuclear, o la colisión de la Tierra con alguna entidad cósmica. O tal vez el sol explotó y acabó arrasando al planeta como daño colateral en su curso de destrucción. Un día hubo un gran destello de luz y después nada.
“El Último Camino” (The Road) es una adaptación de la aclamada novela -ganadora del Premio Pulitzer- de Cormac McCarthy que aborda la historia en un futuro quizá no lejano, en un sombrío mundo post-apocalíptico, de un padre (Viggo Mortensen) que trata de poner en un lugar seguro a su hijo (Kodi Smit-McPhee).
Han pasado más de diez años desde que el mundo fue destruido por algo que nadie puede explicar. Pudo haber sido un evento nuclear, o la colisión de la Tierra con alguna entidad cósmica. O tal vez el sol explotó y acabó arrasando al planeta como daño colateral en su curso de destrucción. Un día hubo un gran destello de luz y después nada.
El resultado de este apocalíptico evento, sea lo que haya sido, es que no hay energía, no hay electricidad, no hay vegetación y, por ende, no hay comida. Millones de personas han sido erradicadas, destruidas por incendios e inundaciones, o quemadas e incineradas en sus autos donde se hallaban cuando el evento ocurrió, o sofocadas por el hambre y la desesperación en la lenta agonía de la civilización después de que la energía desapareció.
El Hombre (Viggo Mortensen) y El Niño (Kodi Smit-McPhee) – "cada uno el mundo para el otro," como McCarthy los describe en su novela, se encuentran viajando con todas sus preciadas posesiones, toda la comida y vestimenta que han encontrado en la carretera: utensilios y herramientas, bolsas de plástico, carpas, cobijas o cualquier cosa que los mantenga calientes en el frígido paisaje cubierto de cenizas en un mundo sin sol.
En sus espaldas cargan una bolsa de compras equipada con un espejo de bicicleta para así poder divisar si alguien se aproxima por la retaguardia. Su equipo de viaje improvisado y sus desaliñados y sucios cuerpos les dan el aspecto de vagos. Y eso es lo que son en realidad. De hecho, en eso se han convertido todos los sobrevivientes de esta inanimada frontera.
Mientras llevan a cabo su larga caminata por la alguna vez sofisticada red de carreteras norteamericanas, siguiendo la ruta oeste hacia el océano, se esconden en bosques y en estructuras abandonadas, cualquier refugio improvisado que les brinde protección de los elementos y las bandas errantes, las cuales no dudarían un segundo en despojarlos de todas sus posesiones. Se topan con toda clase de gente desesperada. Hay una pandilla de carreteras, una banda de hombres rudos que de alguna manera han logrado encontrar combustible para su amenazadora camioneta. Hay carroñeros y cazadores de cualquier cosa que se mueve, algunos caníbales bien alimentados los cuales mantienen un sótano lleno de cocina humana en una gran casa sobre una colina. Y hay todo tipo imaginable de ladrones.
Y también está un Hombre Viejo (Robert Duvall) a quien se encuentran, torcido y arrastrando los pies en la carretera delante de ellos, portando un bastón improvisado y zapatos hechos con trapos y cartón. El Niño le toma cariño y convence a su padre a que compartan su comida y campamento con él. El viejo, quien admite que su nombre es Ely, está igualmente impresionado con el niño—impresionado por el solo hecho que siga vivo, el mismo pensamiento que ellos tienen sobre él. Él les cuenta que ha estado viajando por la carretera desde hace mucho tiempo. Y también les confía que cuando vio al niño pensó que se había muerto y había ido al cielo, creyó que había visto a un ángel.
Incluso en este inhóspito universo, existen momentos de felicidad. Ocasionalmente, el par se encuentra algo de comida en una alacena abandonada o en un refugio nuclear. Mientras exploraban un centro comercial abandonado, el padre encuentra una olvidada lata de Coca Cola en las entrañas de una maquina de refrescos derruida. Cuando le da el premio a su hijo, quien nunca ha probado nada parecido, el padre se divierte por el
limpia, ambos saltan al instante para una refrescante sesión de nado al desnudo.
limpia, ambos saltan al instante para una refrescante sesión de nado al desnudo.
Y también están los numerosos flashbacks a la vida del hombre con su esposa (Charlize Theron) antes del gran desastre, antes de que ella decidiera quitarse la vida en lugar de esperar a que ese alguien o algo que se aproxima lo hicieran primero. El hombre se aferra a esos recuerdos que nutren su espíritu y lo ayudan a seguir adelante y a empujar a su cada vez más frágil cuerpo más allá en la búsqueda de encontrar un lugar seguro para su hijo. La dulce memoria de su vida antes del evento y los días felices de su niñez son algunas de las cosas que aligeran el pesado camino para él y para el niño.
La bondad innata del niño, su compasión, su imaginación y curiosidad también son puntos positivos de la historia, constantemente recordándole al hombre la razón por la cual debe seguir adelante de cualquier manera en esos momentos en que olvida el motivo del tortuoso viaje.
EL ULTIMO CAMINO es una historia de aventura, una historia de terror, una road movie y, finalmente, una historia de amor entre un hombre y su esposa, así como una celebración del inextinguible deseo de vivir. Es una emocionante evocación de la resistencia del ser humano y una muy honesta mirada a lo peor y lo mejor de la naturaleza humana.
EL ULTIMO CAMINO es una historia de aventura, una historia de terror, una road movie y, finalmente, una historia de amor entre un hombre y su esposa, así como una celebración del inextinguible deseo de vivir. Es una emocionante evocación de la resistencia del ser humano y una muy honesta mirada a lo peor y lo mejor de la naturaleza humana.
Para cada madre, cada padre, cada hijo, EL ULTIMO CAMINO será un viaje que los adentrará en el espíritu humano. Es una historia de supervivencia donde los héroes cargan el fuego que es la fuerza de vida que mantiene la esperanza a flote en cualquier situación.