El Gran Concierto
(Le Concert)
Andreï Filipov era un prodigio: el afamado conductor de la Orquestra Bolshoi, la orquesta más importante en Rusia. Hoy, a la edad de 50 años, continúa trabajando en el Bolshoi, pero haciendo la limpieza.
Durante la era comunista, fue despedido en el auge de su fama por rehusarse a deshacerse de todos sus músicos judíos—Sionistas y enemigos del Estado—entre ellos su mejor amigo Sacha Grossman. Andreï se hundió en el alcoholismo y la depresión.
El Director del Bolshoi, un viejo apparatchik (funcionario del partido comunista), le ha venido prometiendo a Andreï un “pronto” retorno a la dirección de la orquesta, pero sólo se está burlando de él, humillándolo sádicamente. Para él, Andreï es una reliquia del pasado, y le está haciendo un gran favor al mantenerlo como encargado de la limpieza.
Un día Andreï encuentra un fax que contiene una invitación para que la orquesta se presente en el Pleyel, en Paris, en dos semanas, para reemplazar a la indispuesta Filarmónica de Los Ángeles. A Andreï se le viene una descabellada idea: él reunirá a sus viejos amigos, un ecléctico grupo de empobrecidos músicos luchando para ganarse la vida en Moscú trabajando como conductores de taxis, en servicios de mudanzas, como vendedores en mercados de chácharas, proveedores de efectos sonoros en películas pornográficas…
Ellos irán a Paris posando como el Bolshoi. ¡Ellos retarán a sus destinos y tendrán su venganza! ¿Lo lograrán?
(Le Concert)
Andreï Filipov era un prodigio: el afamado conductor de la Orquestra Bolshoi, la orquesta más importante en Rusia. Hoy, a la edad de 50 años, continúa trabajando en el Bolshoi, pero haciendo la limpieza.
Durante la era comunista, fue despedido en el auge de su fama por rehusarse a deshacerse de todos sus músicos judíos—Sionistas y enemigos del Estado—entre ellos su mejor amigo Sacha Grossman. Andreï se hundió en el alcoholismo y la depresión.
El Director del Bolshoi, un viejo apparatchik (funcionario del partido comunista), le ha venido prometiendo a Andreï un “pronto” retorno a la dirección de la orquesta, pero sólo se está burlando de él, humillándolo sádicamente. Para él, Andreï es una reliquia del pasado, y le está haciendo un gran favor al mantenerlo como encargado de la limpieza.
Un día Andreï encuentra un fax que contiene una invitación para que la orquesta se presente en el Pleyel, en Paris, en dos semanas, para reemplazar a la indispuesta Filarmónica de Los Ángeles. A Andreï se le viene una descabellada idea: él reunirá a sus viejos amigos, un ecléctico grupo de empobrecidos músicos luchando para ganarse la vida en Moscú trabajando como conductores de taxis, en servicios de mudanzas, como vendedores en mercados de chácharas, proveedores de efectos sonoros en películas pornográficas…
Ellos irán a Paris posando como el Bolshoi. ¡Ellos retarán a sus destinos y tendrán su venganza! ¿Lo lograrán?