La niña rebelde del cine nacional, Claudette Maillé, espera el estreno de
Tlatelolco y La última muerte, su más reciente trabajo en cine
* Admite que ni Como agua para chocolate ni su premio Ariel, le han abierto puertas
“No soy del club de nadie”, dice Claudette Maillé entre risas. La expresión le causa mucha gracia porque, si bien ello le ha otorgado la plena libertad en su vida profesional y personal, también le ha provocado vetos, antipatías y conflictos, admite la pelirroja Claudette Maille.
Mirada profunda y sonrisa impactante, Claudette es una actriz singular, arriba de un escenario se abre sin cortapisas, fuera de él llega a ser profundamente tímida y en ocasiones, según ella, hasta antisocial.
Ello explica que, por ejemplo, en el imaginario popular todavía quede la huella de su personaje en Como agua para chocolate, Gertrudis, desnudo montando a caballo, pero que ese gran acierto escénico y actoral no se haya convertido en una mayor posibilidad de trabajo.
Contrario a lo que podría pensarse Maillé no es una persona frustrada ni amargada, es el tipo de persona que piensa que si del cielo caen limones hay que hacer limonada. Cuando no tiene trabajo, por dar una muestra, acompaña a su hijo en su clase de natación, lo observa detenidamente todo el tiempo, lo disfruta, le enseña y comparte con él la pasión por el deporte.
No se arrepiente de nada, ni de ser tímida o no frecuentar a los productores para obtener un personaje. Lo único que realmente no le gusta de su carrera es que sea mal pagada, sobre todo en México y, tener poco trabajo, busca y cuando encuentra se complace en entregarse a la actuación.
Rememora que vivía en París y entre la preparatoria y la universidad tomó la decisión de dejar la danza y dedicarse a la actuación. “Me hice cinéfila, iba mucho al teatro y una vez vi a una actriz que se llama Sandrine Bonnaire, que no era actriz pero que la agarró un gran director y dije, ah mira, sí se puede ser actriz.
“Empecé a ver carreras, dije bueno voy a estudiar actuación y todo mundo se sorprendió porque se tiene el prejuicio de que las actrices son todas así, como de véanme, véanme, cuando al contrario hay muchos actores que son tímidos y mantienen otra vida, aparte de la actuación”, explica.
Aunque entró a la Universidad Nacional Autónoma de México a estudiar la Licenciatura dramática y teatro, se cruzó la huelga estudiantil y finalmente se metió a estudiar en la escuela fundada por Héctor Mendoza, Luis de Tavira y Julio Castillo.
Sus inicios fueron sobre todo en teatro hasta que vino el cine, comenzó con pequeñas participaciones como en Ciudad de Ciegos, de Alberto Cortés, o Sólo con tu Pareja, de Alfonso Cuarón.
Más tarde llega Como Agua para Chocolate, de Alfonso Arau, papel que le valió el Ariel y un Kikito en el Festival de Gramado en Brasil.
“Antes de hacer el casting leí la novela y cuando vi el personaje me pasó algo que nunca me había ni me ha sucedido; tuve la certeza de que ese iba a ser mío, tuve una entrevista muy afortunada con Arau, pues me aconsejaron que cuando me preguntara si sabía andar a caballo dijera, sí sí sé. Así sucedió.
“Después de esta película vino mucho éxito y poco trabajo, viajé mucho, me invitaban a todos lados, me la pasé de festival en festival, me la pasé muy bien, pero no se tradujo en trabajo”, dice Maillé.
Después de ello participó en Novia que te Vea, de Guita Schyfter, por la cual fue nominada para el Ariel; con Julian Schnabel en la cinta Antes que anochezca, participando al lado de Javier Bardem. En 2008 participa en la película Quemar las Naves, de Francisco Franco y se encuentra estudiando proyectos tanto en cine como en teatro.
Para este 2011, espera el estreno de La última muerte, dirigida por David "Leche" Ruiz, producida por Lemon Films, con Kuno Becker y Álvaro Guerrero, así como de Tlatelolco, la polémica cinta de Carlos Bolado, con las actuaciones de Roberto Sosa, Giovanna Zacarías, Ricardo Kleinbaum y Juan Manuel Bernal.
“No siempre estoy satisfecha, creo que podría trabajar más, pero también así es esto para gente como yo, que no pertenezco al club de ningún amigo director o actor. Tengo un carácter muy para adentro y eso me dificulta mucho las relaciones públicas, pero no me ha ido mal, me gusta lo que hago y tengo experiencia, lo demás no importa.
Recientemente Maillé participó en las series XY, en Los Minondo y en la segunda parte de Capadocia, dando una muestra más de su talento y la gran experiencia acumulada en más de 20 años de trayectoria.
Tlatelolco y La última muerte, su más reciente trabajo en cine
* Admite que ni Como agua para chocolate ni su premio Ariel, le han abierto puertas
“No soy del club de nadie”, dice Claudette Maillé entre risas. La expresión le causa mucha gracia porque, si bien ello le ha otorgado la plena libertad en su vida profesional y personal, también le ha provocado vetos, antipatías y conflictos, admite la pelirroja Claudette Maille.
Mirada profunda y sonrisa impactante, Claudette es una actriz singular, arriba de un escenario se abre sin cortapisas, fuera de él llega a ser profundamente tímida y en ocasiones, según ella, hasta antisocial.
Ello explica que, por ejemplo, en el imaginario popular todavía quede la huella de su personaje en Como agua para chocolate, Gertrudis, desnudo montando a caballo, pero que ese gran acierto escénico y actoral no se haya convertido en una mayor posibilidad de trabajo.
Contrario a lo que podría pensarse Maillé no es una persona frustrada ni amargada, es el tipo de persona que piensa que si del cielo caen limones hay que hacer limonada. Cuando no tiene trabajo, por dar una muestra, acompaña a su hijo en su clase de natación, lo observa detenidamente todo el tiempo, lo disfruta, le enseña y comparte con él la pasión por el deporte.
No se arrepiente de nada, ni de ser tímida o no frecuentar a los productores para obtener un personaje. Lo único que realmente no le gusta de su carrera es que sea mal pagada, sobre todo en México y, tener poco trabajo, busca y cuando encuentra se complace en entregarse a la actuación.
Rememora que vivía en París y entre la preparatoria y la universidad tomó la decisión de dejar la danza y dedicarse a la actuación. “Me hice cinéfila, iba mucho al teatro y una vez vi a una actriz que se llama Sandrine Bonnaire, que no era actriz pero que la agarró un gran director y dije, ah mira, sí se puede ser actriz.
“Empecé a ver carreras, dije bueno voy a estudiar actuación y todo mundo se sorprendió porque se tiene el prejuicio de que las actrices son todas así, como de véanme, véanme, cuando al contrario hay muchos actores que son tímidos y mantienen otra vida, aparte de la actuación”, explica.
Aunque entró a la Universidad Nacional Autónoma de México a estudiar la Licenciatura dramática y teatro, se cruzó la huelga estudiantil y finalmente se metió a estudiar en la escuela fundada por Héctor Mendoza, Luis de Tavira y Julio Castillo.
Sus inicios fueron sobre todo en teatro hasta que vino el cine, comenzó con pequeñas participaciones como en Ciudad de Ciegos, de Alberto Cortés, o Sólo con tu Pareja, de Alfonso Cuarón.
Más tarde llega Como Agua para Chocolate, de Alfonso Arau, papel que le valió el Ariel y un Kikito en el Festival de Gramado en Brasil.
“Antes de hacer el casting leí la novela y cuando vi el personaje me pasó algo que nunca me había ni me ha sucedido; tuve la certeza de que ese iba a ser mío, tuve una entrevista muy afortunada con Arau, pues me aconsejaron que cuando me preguntara si sabía andar a caballo dijera, sí sí sé. Así sucedió.
“Después de esta película vino mucho éxito y poco trabajo, viajé mucho, me invitaban a todos lados, me la pasé de festival en festival, me la pasé muy bien, pero no se tradujo en trabajo”, dice Maillé.
Después de ello participó en Novia que te Vea, de Guita Schyfter, por la cual fue nominada para el Ariel; con Julian Schnabel en la cinta Antes que anochezca, participando al lado de Javier Bardem. En 2008 participa en la película Quemar las Naves, de Francisco Franco y se encuentra estudiando proyectos tanto en cine como en teatro.
Para este 2011, espera el estreno de La última muerte, dirigida por David "Leche" Ruiz, producida por Lemon Films, con Kuno Becker y Álvaro Guerrero, así como de Tlatelolco, la polémica cinta de Carlos Bolado, con las actuaciones de Roberto Sosa, Giovanna Zacarías, Ricardo Kleinbaum y Juan Manuel Bernal.
“No siempre estoy satisfecha, creo que podría trabajar más, pero también así es esto para gente como yo, que no pertenezco al club de ningún amigo director o actor. Tengo un carácter muy para adentro y eso me dificulta mucho las relaciones públicas, pero no me ha ido mal, me gusta lo que hago y tengo experiencia, lo demás no importa.
Recientemente Maillé participó en las series XY, en Los Minondo y en la segunda parte de Capadocia, dando una muestra más de su talento y la gran experiencia acumulada en más de 20 años de trayectoria.