martes, 7 de septiembre de 2010

Disney - Pelicula 'Tinker Bell Hadas al Rescate

Tinker Bell Hadas al Rescate

Las hadas están de regreso para llevar el verano a Tierra Firme. Mientras que las hadas se instalan, TINKER BELL explora una casa que parece estar abandonada, en busca de objetos perdidos. Al encontrarla, VIDIA amenaza con contarles a todos que Tinker Bell ha roto la regla más importante del campamento de verano: acercarse a los seres humanos. El hecho de que Tink no considere riesgosa su conducta enfurece a Vidia, quien cree que la imprudencia de Tink pondrá en riesgo a todas las hadas.

Cuando Tink y Vidia regresan al campamento, un padre y su pequeña hija arriban a la casa vacía. La pequeña LIZZY, de 8 años, está fascinada con el paisaje campestre, y le suplica a su padre que se una a ella en una fiesta de té al aire libre. Sobrepasado por su trabajo como científico, el DR. GRIFFITHS se niega sin prestarle demasiada atención. Lizzy, entonces, anuncia su propio proyecto: un “hogar de hadas” casero, fabricado con mucha creatividad a partir de retazos encontrados por la casa. Mientras Lizzy se dirige a instalar su hogar en un descampado cercano, Dr. Griffiths le recuerda que no debe creer en cosas que no puede ver.

A la mañana siguiente, mientras Tink busca objetos perdidos en la pradera, descubre el hogar de hadas de Lizzy. Siempre curiosa, Tink ingresa para investigar. Rápidamente aparece Vidia, recordándole la regla de oro de la Ministra. Tink desestima la advertencia de Vidia, demostrándole que ese lugar es demasiado pequeño para los humanos y que parece ser perfectamente seguro.
Enfadada, Vidia golpea fuertemente la puerta del hogar y deja a Tink encerrada adentro. Lizzy se acerca e intenta abrir la puerta de la casa con desesperación, pero el pasador está roto. Lizzy mira hacia el interior de la casa y descubre... ¡a Tinker Bell!

Lizzy recoge a la pequeña casa en sus manos y corre hacia su propio hogar. Se dirige a la oficina de su padre, ansiosa por compartir el gran descubrimiento con él, pero advierte que su padre entomólogo ha pegado mariposas en las paredes. Con temor a que haga lo mismo con su hada, Lizzy cambia de idea y decide mantenerse en silencio.


Arriba, en la privacidad de su cuarto, Lizzy intenta comunicarse con el hada, pero las palabras de Tink suenan como pequeños cascabeles a los oídos humanos. Lizzy le asegura a Tink que se divertirán mucho juntas, pero ella está tan asustada por el encierro que no se convence. Vidia regresa rápidamente al campamento para pedir ayuda. Vidia organiza rápidamente un equipo de rescate y le ordena al grupo que construya un bote. Si no pueden volar bajo la lluvia, navegarán hasta la casa humana.

Mientras tanto, en la habitación de Lizzy, la solitaria niña comparte sus secretos con Tink. Lizzy ha encontrado una compañera de juego perfecta y hace su mayor esfuerzo por conquistar a Tinker Bell. Por primera vez, Tink conoce cómo se siente ser humano y lentamente entabla una profunda amistad con la dulce niña.
En la casa de los humanos, Lizzy y su padre se sientan a almorzar. Ocupado con su trabajo, el Dr. Griffiths no advierte que su hija tiene una pequeña amiga sentada a la mesa con ella. Lizzy intenta hablar del tema de las hadas, pero su padre lo evita. Cuando llega un telegrama anunciando que la fecha de entrega de su proyecto se ha adelantado para esa misma noche, el Dr. Griffiths se concentra aún más en su trabajo. Le pide a Lizzy que juegue en silencio y lo deje a solas por el resto del día. Tink observa callada el creciente distanciamiento entre padre e hija.

En su habitación, Lizzy le confiesa a Tink que su deseo más grande es ser un hada, al igual que su nueva mejor amiga. Tinker Bell, entonces, le arroja polvillo de hada y la pequeña inmediatamente levanta vuelo. Mientras Tink le enseña a su amiga sobre el arte de volar, Lizzy ríe y se divierte, golpeándose contra las paredes y el techo, y volteando libros y juguetes.

En la planta baja, el Dr. Griffiths intenta concentrarse en su trabajo, pero no logra ignorar el ruido que está haciendo Lizzy en su habitación. Un fuerte golpe hace que el Dr. Griffiths derrame su tinta, arruinando su ilustración científica. Frustrado, se dirige a la habitación de Lizzy.

Allí, el Dr. Griffiths se enfrenta a su hija. Sin poder contener su entusiasmo, la pequeña le cuenta que ha estado “volando”. La confesión enfurece al Dr. Griffiths, pero Lizzy insiste en que las hadas son reales. Para demostrarlo, decide mostrarle a Tink, pero se detiene a último momento. Justo en ese instante, aparece Vidia junto a Tink. Vidia está ansiosa por escapar, pero Tinker Bell se niega a abandonar la casa hasta reparar la relación entre Lizzy y su padre. Para ayudar a la pequeña, Tink se deja ver ante el Dr. Griffiths, quien se muestra asombrado y entusiasmado. La reacción convence a Tink de que los seres humanos no son realmente peligrosos. Justo en ese momento, Vidia mueve a Tink a un costado y el Dr. Griffiths termina capturando a la primera en un frasco.

Lizzy queda horrorizada. Le suplica a su padre que libere al hada, pero no consigue detenerlo. Para el Dr. Griffiths, las hadas son el gran descubrimiento del siglo que le permitirá dejar su marca en la historia de la ciencia. Dr. Griffiths corre a su auto y se dirige a Londres. Las hadas reúnen su polvillo de hada y lo arrojan sobre Lizzy. Utilizándola para bloquear la lluvia, se ubican en los bolsillos de la pequeña y vuelan hasta encontrar al Dr. Griffiths.

Mientras el Dr. Griffiths se dirige al Museo Británico, Vidia se esfuerza por escapar del frasco. Detrás de ellos, Lizzy atraviesa la campiña y se acerca a Londres. Lizzy y las hadas llegan justo cuando el Dr. Griffiths está subiendo los escalones del museo. Tink intenta bloquearle el paso, mientras Lizzy hace un esfuerzo por convencerlo de que no avance con su decisión.

A pesar de que el Ministro insiste en que el doctor libere a Vidia, él se resiste a dejar pasar esta única oportunidad para ser reconocido. Lizzy toma su mano y le recuerda lo que su fallecida madre repetía siempre: lo que otros piensan no es tan importante como lo que la propia familia piensa. El Dr. Griffiths sonríe y se une a Lizzy en la liberación de Vidia.

De regreso en el campamento de verano, cuentan con entusiasmo la gran historia del rescate. Tink y Vidia, sin embargo, no se unen en el jolgorio. Se han ido junto a Lizzy y el Dr. Griffiths a festejar en la pradera con una gran fiesta de té.