Rumbo a Hollywood, Catalina López con
From Prada to nada y Hide Moon,
tras 20 años de carrera en México
El lema que zurce la continuidad de su trayectoria es: “lo mejor está por venir, siempre”. Así sucedió un día que le llamaron para hacer un casting. Y a pesar de las contingencias del momento se quedó en el reparto, nada menos que de una película hollywoodense; luego, su pequeño personaje creció y probablemente se convertirá en el parte aguas de su profesión.
Cuenta Catalina López que luego de tocar puertas por 20 años, tiempo en el que trabajó incansablemente para teatro y televisión, además de no parar de estudiar, recibió una llamada: “mañana tienes un casting”. Contrario a lo que ella acostumbraba, esa vez no le enviaron el guión ni le dijeron la escena que debería presentar.
“Llego y me entero que es en inglés y español, además el personaje era una mujer mexicana, digamos, de pueblo, con una faldota y sus trenzotas. Yo iba de otro casting, vestida como la típica mamá yogurt, de entre 30 y 37 años de edad, clase media.
“Me dieron las escenas, me las aprendí ahí, las hice y me dijeron: vas. Y lo cierto es que el personaje era pequeño, con lo cual yo no tengo ningún problema, pero creció, al menos durante la filmación, no sabemos qué pase durante la edición, pero el director me ha dicho que quedó bien y que ha gustado”, cuenta la actriz.
Así Catalina López participó en el próximo estreno, From Prada to nada, cinta de Hollywood dirigida por Ángel García, protagonizada por Camilla Belle, Alexa Vega y Kuno Becker, además de contar con actores como Alexis Ayala y Adriana Barraza. Esta última, además de ser maestra y amiga de Catalina, fue durante el rodaje una compañera solidaria que le permitió hacer una interpretación más allá de lo contemplado.
“Es mi maestra, mi amiga, pero independientemente de que sea tan famosa, tan excelente maestra y directora, no la conoces como compañera. Se estilan ciertos tipos de actores de no comparten cuadro, ella sí, me daba réplica, yo a ella y nos divertimos mucho, el director se dio cuenta de la química y empezó a aceptar mis propuestas.
“Poco a poco fue creciendo el personaje, si yo te enseño el guión, no hay nada escrito, Trinita, el personaje, dice dos frases en toda la película, el trabajo consistía en que Barraza le decía a Trinita “¿verdad que esto…?” Y Trinita decía: “sí” o “ajá”.
Catalina es dedicación, talento, preparación, buena estrella e inteligencia para saberse ver en el gran escenario de la actuación. No pierde piso con esta primera incursión en Hollywood, dice que lo que realmente espera es que le vaya bien en Estados Unidos y alguien se interese en su trabajo: “Lo mejor está por venir, siempre. Uno tiene que ser feliz con el papelote y sin el papelote, pero trabajando”, dice.
Aunque no es la misma que hace dos décadas decidió ser actriz, que pasó de ganar un concurso universitario de actuación, y luego a estudiar en lo que fue el antecedente del Centro de Entrenamiento Actoral de su natal Guadalajara, sí es la misma que observa su carrera, no como un camino al estrellato, sino a la interpretación actoral.
Estudió Comunicación y actuación en su natal Guadalajara, y maestros como Ofelia Cano le sugirieron viajar al Distrito Federal a hacer una prueba para una telenovela de Carla Estrada. Con la mayor naturalidad y sin conocer la gran ciudad llegó a la terminal, tomó un taxi hacia Televisa San Ángel, salió de ahí con un contrato y cada vez que la citaron para sus pruebas de vestuario y maquillaje ella llegó puntual desde Guadalajara a la gran urbe.
Esa fue su primera telenovela, Alondra. Vinieron cortos como Sístole, diástole de Carlos Cuarón; El método, de Alfonso Suárez, hasta llegar filmes como Sin ton ni Sonia, de Carlos Sama, o Asesino en serio, de Antonio Urrutia.
En teatro ha trabajado en más de 20 montajes, mientras que en televisión ha participado en producciones como Familia Peluche, Los perplejos, Vecinos; series como S.O.S, 13 miedos, Mujeres asesinas y telenovelas como Zacatillo. “Siento que en televisión no he hecho, todavía un papel que me satisfaga completamente”, comenta Catalina
Para ella actuar es lo más importante, aunque respeta el purismo de quienes diferencian un actor de teatro, de televisión y de cine, ella dice muy segura: “A mí, lo que me gusta, es actuar, soy actriz”.
Añade que lo que realmente busca es obtener, siempre un personaje que tuviera una vida qué contar. Además de seguir tocando puertas para poder participar en alguna serie televisa, para este año que inicia Catalina López verá el estreno de From Prada to nada, y la cinta Hide moon, de Pepe Bojórquez, y un sinfín de proyectos que se abrirán. “Lo mejor está por venir, siempre”, indica Catalina López.
From Prada to nada y Hide Moon,
tras 20 años de carrera en México
El lema que zurce la continuidad de su trayectoria es: “lo mejor está por venir, siempre”. Así sucedió un día que le llamaron para hacer un casting. Y a pesar de las contingencias del momento se quedó en el reparto, nada menos que de una película hollywoodense; luego, su pequeño personaje creció y probablemente se convertirá en el parte aguas de su profesión.
Cuenta Catalina López que luego de tocar puertas por 20 años, tiempo en el que trabajó incansablemente para teatro y televisión, además de no parar de estudiar, recibió una llamada: “mañana tienes un casting”. Contrario a lo que ella acostumbraba, esa vez no le enviaron el guión ni le dijeron la escena que debería presentar.
“Llego y me entero que es en inglés y español, además el personaje era una mujer mexicana, digamos, de pueblo, con una faldota y sus trenzotas. Yo iba de otro casting, vestida como la típica mamá yogurt, de entre 30 y 37 años de edad, clase media.
“Me dieron las escenas, me las aprendí ahí, las hice y me dijeron: vas. Y lo cierto es que el personaje era pequeño, con lo cual yo no tengo ningún problema, pero creció, al menos durante la filmación, no sabemos qué pase durante la edición, pero el director me ha dicho que quedó bien y que ha gustado”, cuenta la actriz.
Así Catalina López participó en el próximo estreno, From Prada to nada, cinta de Hollywood dirigida por Ángel García, protagonizada por Camilla Belle, Alexa Vega y Kuno Becker, además de contar con actores como Alexis Ayala y Adriana Barraza. Esta última, además de ser maestra y amiga de Catalina, fue durante el rodaje una compañera solidaria que le permitió hacer una interpretación más allá de lo contemplado.
“Es mi maestra, mi amiga, pero independientemente de que sea tan famosa, tan excelente maestra y directora, no la conoces como compañera. Se estilan ciertos tipos de actores de no comparten cuadro, ella sí, me daba réplica, yo a ella y nos divertimos mucho, el director se dio cuenta de la química y empezó a aceptar mis propuestas.
“Poco a poco fue creciendo el personaje, si yo te enseño el guión, no hay nada escrito, Trinita, el personaje, dice dos frases en toda la película, el trabajo consistía en que Barraza le decía a Trinita “¿verdad que esto…?” Y Trinita decía: “sí” o “ajá”.
Catalina es dedicación, talento, preparación, buena estrella e inteligencia para saberse ver en el gran escenario de la actuación. No pierde piso con esta primera incursión en Hollywood, dice que lo que realmente espera es que le vaya bien en Estados Unidos y alguien se interese en su trabajo: “Lo mejor está por venir, siempre. Uno tiene que ser feliz con el papelote y sin el papelote, pero trabajando”, dice.
Aunque no es la misma que hace dos décadas decidió ser actriz, que pasó de ganar un concurso universitario de actuación, y luego a estudiar en lo que fue el antecedente del Centro de Entrenamiento Actoral de su natal Guadalajara, sí es la misma que observa su carrera, no como un camino al estrellato, sino a la interpretación actoral.
Estudió Comunicación y actuación en su natal Guadalajara, y maestros como Ofelia Cano le sugirieron viajar al Distrito Federal a hacer una prueba para una telenovela de Carla Estrada. Con la mayor naturalidad y sin conocer la gran ciudad llegó a la terminal, tomó un taxi hacia Televisa San Ángel, salió de ahí con un contrato y cada vez que la citaron para sus pruebas de vestuario y maquillaje ella llegó puntual desde Guadalajara a la gran urbe.
Esa fue su primera telenovela, Alondra. Vinieron cortos como Sístole, diástole de Carlos Cuarón; El método, de Alfonso Suárez, hasta llegar filmes como Sin ton ni Sonia, de Carlos Sama, o Asesino en serio, de Antonio Urrutia.
En teatro ha trabajado en más de 20 montajes, mientras que en televisión ha participado en producciones como Familia Peluche, Los perplejos, Vecinos; series como S.O.S, 13 miedos, Mujeres asesinas y telenovelas como Zacatillo. “Siento que en televisión no he hecho, todavía un papel que me satisfaga completamente”, comenta Catalina
Para ella actuar es lo más importante, aunque respeta el purismo de quienes diferencian un actor de teatro, de televisión y de cine, ella dice muy segura: “A mí, lo que me gusta, es actuar, soy actriz”.
Añade que lo que realmente busca es obtener, siempre un personaje que tuviera una vida qué contar. Además de seguir tocando puertas para poder participar en alguna serie televisa, para este año que inicia Catalina López verá el estreno de From Prada to nada, y la cinta Hide moon, de Pepe Bojórquez, y un sinfín de proyectos que se abrirán. “Lo mejor está por venir, siempre”, indica Catalina López.