Asi pasa cuando sucede
(Whatever Works)
Woody Allen regresa a Nueva York con una comedia excéntrica sobre un misántropo malhumorado (Larry David) y una niña de la calle, inocente e impresionable, del sur (Evan Rachel Wood). Cuando sus padres estirados (Patricia Clarkson y Ed Begley, Jr.) llegan a rescatarla, de inmediato son atraídos a un enredo romántico salvajemente inesperado. Todos descubren que hallar el amor es una combinación de suerte y de apreciar los valores de WHATEVER WORKS.
Después del fracaso de su carrera, su matrimonio y un intento de suicidio, el cascarrabias de primera, Boris Yellnikoff (Larry David), pasa sus días insultando a los pequeños niños suficientemente desafortunados por estudiar ajedrez con él e irritando a sus amigos aún leales con sus interminables diatribas sobre la inutilidad de absolutamente todo. Boris, un antiguo profesor de Columbia y auto proclamado genio que estuvo a punto de ganar el Premio Nobel por Mecánica Quántica, se cree ser el único que realmente comprende la futilidad de toda aspiración humana y el caos oscuro del universo. Como admite prontamente, Boris no es una “persona positiva.”
Boris tuvo en una ocasión una vida de película. Siendo un físico mundialmente reconocido enseñando la teoría de gravedad cuántica, estaba casado con Jessica (Carolyn McCormick), una mujer adinerada, brillante y hermosa, y vivía en un apartamento opulento. Pero la buena fortuna de Boris no aliviaba su sentimiento perpetuo de desesperación, y una noche, en medio de un argumento con Jessica, salta por la venta. Para su gran desilusión, aterrizó en un dosel y sobrevivió. Posteriormente, se divorcia de Jessica y se muda al centro.
Una noche Boris está por entrar a su departamento cuando es abordado por una joven chica de la calle, Melody St. Ann Celestine (Evan Rachel Wood), quien le ruega entrar a su departamento. Al ver que tiene hambre y frio, de mala gana acepta. Melody resulta ser una inocente de ojos llorosos de Mississippi, quien toma cada comentario sarcástico de Boris en forma totalmente literal. Boris le dice que es una tonta descerebrada demasiado frágil para sobrevivir en Nueva York, pero le permite quedarse unas “cuantas noches.” Pero al pasar el tiempo, Melody se siente en casa y no muestra deseos de mudarse. Ella es hasta capaz de tranquilizar a Boris de uno de sus ataques de pánico al invitarlo a ver una película de Fred Astaire con ella en la TV. Eventualmente Melody le deja caer una bomba: Ella le dice que se está enamorando de él. Boris le dije que una chica tan hermosa como ella debe hallar a alguien de su edad. “¿Crees que soy hermosa?,” le pregunta ella.
Melody conoce a Perry (Johnn Gallagher, Jr.), un joven que de inmediato es atraído por ella. Aunque ella lo confunde al repetir la filosofía macabra de Boris, la invita a salir. Cuando sale con Perry, Boris le dice a sus amigos, Joe (Michael McKean) y Leo Brockman, que espera que Perry le quite a Melody de sus manos, pero se le sale que la encuentra más atractiva de lo que había creído. Al regresar al departamento tan silencioso, Boris se ilumina cuando Melody llega a casa. Su cita fue un desastre; no se puede relacionar con Perry o ninguno de sus amigos idiotas, ninguno de los cuales sabe nada sobre la teoría de física cuántica. Al escuchar a Melody, Boris es sorprendido por la inesperada apreciación agradable del factor de oportunidad en su vida, de la vasta improbabilidad de que el camino de dos personas tan distintas se llegara a cruzar.
Boris y Melody se casan y empiezan una vida sorprendentemente satisfactoria para ambos. El reconoce el valor de su alegría y ella está orgullosa de estar casada con un genio. Pero después de un año, su felicidad es interrumpida por la llegada repentina de la estricta madre de Melody y de su esposo, quien le fue infiel con su mejor amiga. Al descubrir que su hijo no solo está casada, sino casada con un excéntrico cascarrabias décadas mayor que él, ella se desmaya. En un afán de moderar la incomodidad de la situación, Boris las lleva a las dos a comer con su amigo, Leo Brockman (Conleth Hill). Estando en el restorán, Marietta conoce a Randy Lee James (Henry Cavill), un joven guapo quien es cautivado por Melody. De la misma forma, Brockman es cautivado por Mariettta.
Brockman invita a Marietta a salir con ella y después a su departamento. Cuando ella le muestra unas fotografías que tomó, él se impresiona por su talento: Es una fotógrafa con talento natural, una verdadera artista. Marietta pasa la noche con él. El hacer el amor con Brockman desata a Marietta sexual y artísticamente. Pronto ella explora libremente su sexualidad y florece como una fotógrafa que rebasa las fronteras. Eventualmente se instala en un ménage à trois con Brockman y el dueño de la galería, Al Morgenstern (Olek Krupa).
Marietta se encarga de que Randy Lee James esté en el mercado de pulgas donde irá de compras con su hija. Al comprar Melody un pañuelo, Randy le explica que es un actor que vive en un barco, toca la flauta y que se enamoró de ella a primera vista. Melody lo ignora diciéndole que es una mujer casada, pero se queda con el pañuelo.
Melody finalmente reacciona a uno de las explosiones de Boris diciéndole que es como un niño que hace berrinches cuando no puede salirse con la suya. Boris queda sorprendido que Melody pueda tener opiniones y pensar por sí misma.
Marietta organiza un segundo “encuentro casual” entre Melody y Randy. Esta vez tiene éxito y los dos terminan haciendo el amor en su barco.
Melody y Boris son sacudidos con la llegada inesperada de su padre, John (Ed Begley, Jr.), quien está determinado a llevarse a su esposa e hija a casa. Ignorando la noticia de Melody y Boris que Marietta ya no es la misma mujer que solía ser, John insiste en que lo lleven con su esposa de inmediato. Al llegar a la apertura de una exhibición de Marietta en una galería, John queda estupefacto del grado de transformación de su mujer y queda devastado por su rechazo.
Melody, tratando de ser tierna, le dice que ha conocido a alguien más y se ha enamorado. Aun siendo la vida tan cruel como puede ser, dice que extraña no participar en ello. Boris responde fríamente diciendo que el abandonarlo no es contrario a sus creencias: Si el universo se está deteniendo, ¿por qué no ellos?
Esa noche, al curar John su tristeza en un bar, se mete en una conversación con otro hombre con el corazón roto, Howard Cummings, né Kaminsky (Christopher Evan Welch). John se sorprende cuando descubre que la esposa que abandonó a Howard se llama Norman. Aun así, al continuar sus confesiones, y la lengua de John es aflojada por el alcohol, él admite que realmente nunca sintió pasión por su esposa y recuerda que en la preparatoria tenía algo de sentimientos por la retaguardia del futbol. Cummings (né Kaminsky) pide otra ronda.
Abatido sin Melody, Boris decide acabar con todo y salta por la ventana. Por un truco caprichoso del destino, cae encima de una mujer quien suaviza su caída y la envía a ella al hospital. Al visitar a la mujer, Helena (Jessica Hecht) en el hospital, Boris descubre que no tolera a los tontos tanto como él. Es más, Helena es una psíquica. “¿Cómo es que no sabías que iba a caer sobre ti?,” comenta Boris. “Quizá sí,” responde ella.
Al separarse y reasignarse las parejas románticas en esta historia, buscando configuraciones emocionales que llenan sus necesidades, el desenlace sugiere que no hay reglas para el amor y que todos deben aprender a ser flexibles y realistas. No importa que tan fuera de lo ordinario una relación pueda ser, es lo que mejor funcione para ayudarte a vivir.
(Whatever Works)
Woody Allen regresa a Nueva York con una comedia excéntrica sobre un misántropo malhumorado (Larry David) y una niña de la calle, inocente e impresionable, del sur (Evan Rachel Wood). Cuando sus padres estirados (Patricia Clarkson y Ed Begley, Jr.) llegan a rescatarla, de inmediato son atraídos a un enredo romántico salvajemente inesperado. Todos descubren que hallar el amor es una combinación de suerte y de apreciar los valores de WHATEVER WORKS.
Después del fracaso de su carrera, su matrimonio y un intento de suicidio, el cascarrabias de primera, Boris Yellnikoff (Larry David), pasa sus días insultando a los pequeños niños suficientemente desafortunados por estudiar ajedrez con él e irritando a sus amigos aún leales con sus interminables diatribas sobre la inutilidad de absolutamente todo. Boris, un antiguo profesor de Columbia y auto proclamado genio que estuvo a punto de ganar el Premio Nobel por Mecánica Quántica, se cree ser el único que realmente comprende la futilidad de toda aspiración humana y el caos oscuro del universo. Como admite prontamente, Boris no es una “persona positiva.”
Boris tuvo en una ocasión una vida de película. Siendo un físico mundialmente reconocido enseñando la teoría de gravedad cuántica, estaba casado con Jessica (Carolyn McCormick), una mujer adinerada, brillante y hermosa, y vivía en un apartamento opulento. Pero la buena fortuna de Boris no aliviaba su sentimiento perpetuo de desesperación, y una noche, en medio de un argumento con Jessica, salta por la venta. Para su gran desilusión, aterrizó en un dosel y sobrevivió. Posteriormente, se divorcia de Jessica y se muda al centro.
Una noche Boris está por entrar a su departamento cuando es abordado por una joven chica de la calle, Melody St. Ann Celestine (Evan Rachel Wood), quien le ruega entrar a su departamento. Al ver que tiene hambre y frio, de mala gana acepta. Melody resulta ser una inocente de ojos llorosos de Mississippi, quien toma cada comentario sarcástico de Boris en forma totalmente literal. Boris le dice que es una tonta descerebrada demasiado frágil para sobrevivir en Nueva York, pero le permite quedarse unas “cuantas noches.” Pero al pasar el tiempo, Melody se siente en casa y no muestra deseos de mudarse. Ella es hasta capaz de tranquilizar a Boris de uno de sus ataques de pánico al invitarlo a ver una película de Fred Astaire con ella en la TV. Eventualmente Melody le deja caer una bomba: Ella le dice que se está enamorando de él. Boris le dije que una chica tan hermosa como ella debe hallar a alguien de su edad. “¿Crees que soy hermosa?,” le pregunta ella.
Melody conoce a Perry (Johnn Gallagher, Jr.), un joven que de inmediato es atraído por ella. Aunque ella lo confunde al repetir la filosofía macabra de Boris, la invita a salir. Cuando sale con Perry, Boris le dice a sus amigos, Joe (Michael McKean) y Leo Brockman, que espera que Perry le quite a Melody de sus manos, pero se le sale que la encuentra más atractiva de lo que había creído. Al regresar al departamento tan silencioso, Boris se ilumina cuando Melody llega a casa. Su cita fue un desastre; no se puede relacionar con Perry o ninguno de sus amigos idiotas, ninguno de los cuales sabe nada sobre la teoría de física cuántica. Al escuchar a Melody, Boris es sorprendido por la inesperada apreciación agradable del factor de oportunidad en su vida, de la vasta improbabilidad de que el camino de dos personas tan distintas se llegara a cruzar.
Boris y Melody se casan y empiezan una vida sorprendentemente satisfactoria para ambos. El reconoce el valor de su alegría y ella está orgullosa de estar casada con un genio. Pero después de un año, su felicidad es interrumpida por la llegada repentina de la estricta madre de Melody y de su esposo, quien le fue infiel con su mejor amiga. Al descubrir que su hijo no solo está casada, sino casada con un excéntrico cascarrabias décadas mayor que él, ella se desmaya. En un afán de moderar la incomodidad de la situación, Boris las lleva a las dos a comer con su amigo, Leo Brockman (Conleth Hill). Estando en el restorán, Marietta conoce a Randy Lee James (Henry Cavill), un joven guapo quien es cautivado por Melody. De la misma forma, Brockman es cautivado por Mariettta.
Brockman invita a Marietta a salir con ella y después a su departamento. Cuando ella le muestra unas fotografías que tomó, él se impresiona por su talento: Es una fotógrafa con talento natural, una verdadera artista. Marietta pasa la noche con él. El hacer el amor con Brockman desata a Marietta sexual y artísticamente. Pronto ella explora libremente su sexualidad y florece como una fotógrafa que rebasa las fronteras. Eventualmente se instala en un ménage à trois con Brockman y el dueño de la galería, Al Morgenstern (Olek Krupa).
Marietta se encarga de que Randy Lee James esté en el mercado de pulgas donde irá de compras con su hija. Al comprar Melody un pañuelo, Randy le explica que es un actor que vive en un barco, toca la flauta y que se enamoró de ella a primera vista. Melody lo ignora diciéndole que es una mujer casada, pero se queda con el pañuelo.
Melody finalmente reacciona a uno de las explosiones de Boris diciéndole que es como un niño que hace berrinches cuando no puede salirse con la suya. Boris queda sorprendido que Melody pueda tener opiniones y pensar por sí misma.
Marietta organiza un segundo “encuentro casual” entre Melody y Randy. Esta vez tiene éxito y los dos terminan haciendo el amor en su barco.
Melody y Boris son sacudidos con la llegada inesperada de su padre, John (Ed Begley, Jr.), quien está determinado a llevarse a su esposa e hija a casa. Ignorando la noticia de Melody y Boris que Marietta ya no es la misma mujer que solía ser, John insiste en que lo lleven con su esposa de inmediato. Al llegar a la apertura de una exhibición de Marietta en una galería, John queda estupefacto del grado de transformación de su mujer y queda devastado por su rechazo.
Melody, tratando de ser tierna, le dice que ha conocido a alguien más y se ha enamorado. Aun siendo la vida tan cruel como puede ser, dice que extraña no participar en ello. Boris responde fríamente diciendo que el abandonarlo no es contrario a sus creencias: Si el universo se está deteniendo, ¿por qué no ellos?
Esa noche, al curar John su tristeza en un bar, se mete en una conversación con otro hombre con el corazón roto, Howard Cummings, né Kaminsky (Christopher Evan Welch). John se sorprende cuando descubre que la esposa que abandonó a Howard se llama Norman. Aun así, al continuar sus confesiones, y la lengua de John es aflojada por el alcohol, él admite que realmente nunca sintió pasión por su esposa y recuerda que en la preparatoria tenía algo de sentimientos por la retaguardia del futbol. Cummings (né Kaminsky) pide otra ronda.
Abatido sin Melody, Boris decide acabar con todo y salta por la ventana. Por un truco caprichoso del destino, cae encima de una mujer quien suaviza su caída y la envía a ella al hospital. Al visitar a la mujer, Helena (Jessica Hecht) en el hospital, Boris descubre que no tolera a los tontos tanto como él. Es más, Helena es una psíquica. “¿Cómo es que no sabías que iba a caer sobre ti?,” comenta Boris. “Quizá sí,” responde ella.
Al separarse y reasignarse las parejas románticas en esta historia, buscando configuraciones emocionales que llenan sus necesidades, el desenlace sugiere que no hay reglas para el amor y que todos deben aprender a ser flexibles y realistas. No importa que tan fuera de lo ordinario una relación pueda ser, es lo que mejor funcione para ayudarte a vivir.