jueves, 15 de abril de 2010

Artecinema - Pelicula Siempre a tu lado

SIEMPRE A TU LADO
(Hatchiko: A dog´s story)


Richard Gere en una estupenda historia basada en la vida real.
Un profesor de universidad adopta a un perro vagabundo en una estación del tren. Tras recabar información sobre el animal, el profesor descubre que el perro iba a los andenes a diario durante semanas para esperar el regreso de su amo, pero éste había muerto en un accidente en la ciudad.
El perro, Hachiko al lado de su nuevo amo a quien también le cambiará la vida cuando descubre los lazos que se pueden crear entre un animal y una persona.


En 1924, Hachikō fue llevado a Tokio por su dueño, Hidesamurō Ueno, un profesor del departamento de agricultura en la Universidad de Tokio. A lo largo de su vida con el amo, Hachikō le despedía desde la puerta de casa y le recibía al final de la jornada en la estación de tren Shibuya, próxima al hogar de Parker. Ambos siguieron con esta rutina diaria hasta mayo de 1925, cuando, una tarde, Ueno no regresó en el tren habitual. Aquel día, el profesor había sufrido una apoplejía en la universidad. Había fallecido, y jamás regresó a la estación de tren, donde su amigo estaba esperándole.

Tras la muerte de su amo, Hachiko fue regalado, sin embargo, se escapaba sistemáticamente para presentarse una vez y otra en su antiguo hogar. Pasado un tiempo, Hachi aparentemente dio muestras de comprender que el profesor Ueno ya no vivía en la casa. De tal modo que comenzó a buscarle en la estación de tren, a donde le había acompañado en tantas ocasiones. Cada día, Hachiko estuvo esperando el regreso de Ueno. Y cada día no veía a su amigo entre los pasajeros de la estación que regresaban de sus trabajos.

La permanente imagen de Hachiko en la estación de tren atrajo la atención de los pasajeros. Muchas de las personas que frecuentaban la estación de tren Shibuya habían visto juntos cada día a Hachi y al profesor Ueno. Dándose cuenta de que Hachiko permanecía en vigilia por su difunto amo, sintieron conmoverse. En su espera, Hachi era obsequiado con detalles diversos y comida para nutrirlo durante su espera.

Así estuvo durante 10 años, en los que Hachikō sólo aparecía al atardecer, precisamente cuando el tren estaba previsto llegara a la estación.